A 18 AÑOS DE LA DESAPARICIÓN DE JORGE JULIO LÓPEZ

La justicia que aún no llega para López es la misma que les sigue negando a miles de víctimas del terrorismo de Estado.

Escribe: Redacción Hamartia

Hoy, en un nuevo aniversario de la desaparición de Jorge Julio López, nos encontramos nuevamente exigiendo verdad y justicia. Han pasado ya 18 años años desde que el compañero López, testigo clave en el juicio contra el genocida Miguel Etchecolatz, fue secuestrado por segunda vez en democracia. Su desaparición no solo es una afrenta a la memoria histórica de nuestro pueblo, sino un recordatorio constante de que las sombras de la dictadura aún acechan en nuestras instituciones.

Jorge Julio López no desapareció por casualidad. Fue un trabajador, un militante, alguien que, pese a los horrores vividos bajo el terrorismo de Estado, tuvo el coraje de enfrentar a los verdugos de nuestro pueblo en los tribunales, en la búsqueda de justicia. Su voz, su testimonio, fue un faro para mantener viva la memoria de los 30.000 compañeros y compañeras desaparecidos. Y por eso lo volvieron a desaparecer: porque representaba esa memoria que no se deja silenciar, que no se resigna, que no perdona.

Hoy, como ayer, denunciamos la impunidad, la complicidad y la inacción del Estado que no ha dado respuestas. Pero también alzamos la voz para señalar que la justicia que aún no llega para López es la misma que les sigue negando a miles de víctimas del terrorismo de Estado. La lucha por su aparición con vida es la lucha por un país donde no haya más desaparecidos, donde los responsables de los crímenes de lesa humanidad sean condenados y donde los cómplices de ayer y hoy no puedan seguir operando en la sombra.

Nuestro compromiso es con la memoria, la verdad y la justicia. No permitiremos que la desaparición de López quede impune, como no permitiremos que los derechos humanos sean pisoteados ni relativizados. Seguiremos exigiendo su aparición, y seguiremos movilizándonos hasta que cada responsable pague por sus crímenes. Porque no habrá democracia plena mientras haya desaparecidos en democracia.