17 marzo, 2025

La película «Un completo desconocido» narra la vida de Bob Dylan desde que llega a Nueva York, hasta mutar su sonido.

Escribe: Mariana Collante

Lo admito: conozco pocas canciones de Bob Dylan. Sin embargo, una tarde calurosa de Buenos Aires me metí en el cine a ver su biopic. «Un completo desconocido» («A Complete Unknown») narra la vida de Dylan desde que llega a Nueva York y se hace relevante en el mundo de la música folk hasta que convoca a una banda rockera y se enchufa. Cambia el sonido y se pudre todo con sus seguidores.

La película está dirigida por James Mangold y protagonizada por Timothée Chalamet, un actor joven con muchos aciertos en la elección de los papeles. En este film, Chalamet logra una mimesis, una interpretación perfecta. El resto de los actores y actrices están a la misma altura. Mónica Barbaro hace de Joan Báez y Edward Norton de Pete Seeger de manera excelente.

Estamos en los años 60, varios de los exponentes del género se posicionan políticamente. Se comprometen, deben dar cuenta de su pueblo cascoteado por la individualidad, el valor descomunal del dinero y el falso patriotismo.

Es más, una de las escenas iníciales muestra a Pete Seeger en un juzgado afrontando una demanda del gobierno por la letra de una canción.

«Un completo desconocido» plantea, en esta llegada a la fama de Bob Dylan, sus influencias musicales/políticas y los condicionamientos que impone hacerse famoso en la industria cultural de Estados Unidos. Juegan en ese plano las discográficas, el público y también los compañeros de ruta. Estos buscan conservar las formas que le dan entidad al género folk. Vemos, entonces, a un Dylan incómodo con todo su entorno, con lo que esperan de él y, a la vez con una fuerza creadora que ni se inmuta.

Surgen algunas preguntas: ¿Es necesario conformar a la industria para perdurar? ¿Lo creativo debe subordinarse a la vida profesional de un músico? ¿Se tiene que conformar al público y tocar lo que exija? Dylan responde, sin duda alguna: No, no y no. La forma y el contenido son ideas políticas y la libertad creativa del artista no debe graduarse según la conveniencia.

Cuando vi a Chalamet cantando y le presté atención a las letras, me acordé de que en 2016 a Dylan le dieron el Premio Nobel de Literatura, y por supuesto hay una conexión total. En la escritura de los artistas norteamericanos vibra el pueblo y el corazón maldito de un país imperial que mira con soberbia y miedo al resto del mundo.

Bob Dylan, nacido Robert Allen Zimmerman, publicó más de cincuenta discos y a sus 83 años sigue dando conciertos por todo el mundo. Es uno de los artistas más importantes del siglo XX, ¿qué duda cabe?

Salí del cine cantando “Like a Rolling Stone” y fascinada por lo mundano: dos horas entregada al disfrute y al aire acondicionado de la sala.


Descubre más desde hamartia

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario