A 40 AÑOS DE CARELESS WHISPER: ¿LA BALADA MÁS ICÓNICA DE TODOS LOS TIEMPOS?

Se cumplen cuatro décadas del lanzamiento de una balada que hizo historia.

Escribe: Mariano Pereyra

En 1984, Wham!, el dúo inglés integrado por Andrew Ridgeley y Georgios Kyriacos Panayiotou (más conocido como George Michael) publica su segundo álbum de estudio «Make it Big!». Pero meses antes, en julio de ese mismo año, fue lanzado el segundo corte de difusión de lo que sería aquel disco. Con una salvedad: fue acreditado únicamente a George Michael como intérprete, marcando así su debut como solista. Y el resto… es historia. 

1984 fue un año crucial para la banda. Con la publicación del sencillo «Wake Me Up Before You Go Go!» la agrupación se afianzó como sensación a escala internacional. Pero con «Careless Whisper» se produjo el batazaco. 
La canción data de años atrás. Todo se remonta a cuando el dúo (viejos amigos del colegio) tenían alrededor de 17 años y soñaban con la música. En un principio integraron una banda de ska con amigos —llamada The Executive— pero al no prosperar ambos se obstinaron en perseguir su sueño. Entre esas canciones que habían compuesto se encontraba una tal «Careless Whisper». 
Michael había imaginado un solo de saxo para su introducción cuando se dirigía a trabajar como DJ en una discoteca, la misma apareció en su cabeza mientras subía al colectivo. Luego, junto con Ridgeley compusieron la secuencia de acordes. 
Dos maquetas fueron grabadas para la canción, ambas previo a la grabación del primer álbum de estudio de la banda, “Fantastic” (1983).  

La primera de ellas de modo casero, en la casa de los padres de Ridgeley donde el muchacho todavía vivía y luego ya con saxo incluido en un estudio de grabación propiamente dicho. Pero terminaron siendo nada más que pruebas. 
Pasaron los años, el dúo Wham! había conseguido un éxito anhelado, y la canción seguía ahí. Confiaban plenamente en lo que habian compuesto pero buscaban el momento certero de grabarla y dedicarle el más intenso cuidado.

Dado su amor y afición por la música negra de los EUA, Michael decidió dirigirse hacia Alabama y grabarla con Jerry Wexler —un legendario productor estadounidense de música negra— en 1983. No muy contento con el resultado regresó a Inglaterra para mostrarle la cinta a su amigo y la reacción tampoco fue positiva. Esta versión estuvo a punto de publicarse como sencillo aquel año, pero Michael logró detenerlo. La canción, de todos modos, formaba parte de la lista que la banda interpretaba en su gira de acompañamiento a «Fantastic». De todos modos, Michael sentía que la grabación no fue mala, pero durante la misma se sintió muy nervioso no solo por la admiración hacia Wexler sino porque este le recordaba antes de cada toma que se encontraba en el mismo estudio en donde Aretha Franklin o Ray Charles alguna vez había grabado.

Ridgeley creía que la canción había perdido su carácter, y que era un tema promedio es decir no sobresalía bajo ningún aspecto. Michael creía lo mismo. Entonces Ridgeley le propuso a Michael que se encargue de la producción. Era un completo desafío, Michael sabía tanto como Ridgeley que la canción era un diamante en bruto. Sólo había que pulirla lo mejor posible. 
Decidido a que podía hacerlo mejor, se dirigió hacia los estudios Sarm West en Londres, donde pasaron casi una decena de saxofonistas. Puede esto parecernos un capricho, pero a veces la obsesión de los productores con cierto sonido en particular (sobre todo durante la era pre Pro-Tools) era cabal para los resultados posteriores de una canción no solo en su grabación sino en el éxito buscado; así lo creía Michael. 
Por la madrugada, fue el turno de un tal Steve Gregory. Era el noveno saxofonista en presentarse bajo la batuta de Michael. Este le había entonado como sería la secuencia de notas a tocar. Pero había un problema, en el saxo de Gregory faltaba una nota, la más aguda de lo que tenía que tocar. No sonaba bien. Pero surgió una idea arquimediana: Gregory le propuso tocar las notas en un semitono menor. Michael aceptó, lo grabó y luego aceleró la velocidad de la cinta para lograr las notas que quería. Así nació la intro de saxo más icónica de ¿la historia? Lo curioso es que fue producto de la manipulación sonora, y no un resultado íntegramente orgánico. Notable.

La canción fue publicada —en algunos lugares como Wham! ft. George Michael— en el verano del hemisferio norte de 1984, y las intuiciones de los muchachos fueron confirmadas en la realidad y con creces. Fue la canción más exitosa de 1985 en los EUA (la conquista de Norteamérica ya era un hecho) y un hit mundial. No sólo presentó los talentos de Michael como productor (de ahora en más las producciones de Wham! y su futuro solista pasaría bajo su nombre), sino que demostró su cualidad superlativa como vocalista. 

De una sutil brisa latina y jazzera, mas una fuerte impronta negra, la canción se coló rápidamente en la comunidad afroamericana estadounidense y Michael fue prontamente adoptado como uno de sus mejores cultores. Tal es así, que en 1985 en un evento titulado «Motown Returns to the Apollo» —donde una serie de figuras significativas de la música popular negra estadounidense pertenecientes al sello Motown se presentaron en aquel templo que era el teatro Apollo de Nueva York— Michael interpretó la canción junto a un ídolo y exponente: Smokey Robinson. El joven de 22 años (sí, 22 años) se había consagrado no sólo como estrella pop, sino como compositor, cantante y productor. Una leyenda estaba comenzando. 

«Careless Whisper» se hizo viral recientemente gracias a diversos memes que contenían la canción. El tema vendió millones de copias alrededor del mundo y es considerada como la canción insignia del músico, aunque esto no le apetecía demasiado (creía que había grabado mejores). La canción se ubica en los anales de la música popular contemporánea, siendo quizás la balada más icónica de la década de 1980. Diversos artistas como Mina, Julio Iglesias y Rufus Wainwright han versionado el clásico.