21 junio, 2025
vivienda

Gervasio Muñoz, referente de Inquilinos Agrupados, conversó con la revista hamartia sobre la situación que viven hoy los inquilinos que enfrentan alquileres cada vez mas caros como consecuencia de la voracidad de un mercado inmobiliario que consiguió dejar sin efecto la ley de Alquileres.

Escribe: Julián Saud

Cómo se sale de la situación actual de pobreza estructural de los inquilinos, cómo se enfrenta a los grupos concentrados que se encuentran del otro lado del mostrador, y cual debería ser la postura de la dirigencia política para cambiar la situación, son algunas de las claves que Gervasio Muñoz de Inquilinos Agrupados denuncia sin titubear en esta nota.

Revista Hamartia: ¿Por qué crees que se atacó con tanta fuerza la ley de Alquileres?

Gervasio Muñoz: Por la sencilla razón de que la ley de Alquileres bajaba los precios y hacia que se pudieran pagar. Y eso, el mercado inmobiliario bajo ningún punto de vista lo podía permitir. La transferencia hacia el mercado inmobiliario es a través de los salarios de los inquilinos. Entonces, ahí “aparecen” diferentes discursos que tenían que ver con la oferta o con que no se podía conseguir un lugar donde vivir. Es en definitiva el discurso que desarrolla cualquier grupo económico cuando ve afectados sus intereses. El problema es que un sector muy grande de los inquilinos se lo creyó. Hoy, aquellos que están bajo la ley de Alquileres pagan dos mangos frente a los precios que hay en el mercado. Hace poco hablé con una inquilina que esta alquilando bajo la ley de Alquileres y me dijo: yo gracias a la ley me fui de vacaciones los dos veranos. Entonces, cuando vos tenes el precio de los alquileres fijo durante un año no solo estás garantizando que la gente no gaste mucho. Lo que estás garantizando es vivir dignamente.

¿Podemos distinguir quienes son los dueños de la vivienda?

Los grupos económicos de la Argentina. Cualquier grupo económico de la Argentina invierte en propiedades y tiene muchas, muchas, muchísimas. Si un diputado, como Ritondo, tiene cuatrocientas imaginate cuantas tiene Eduardo Elsztain, Mindlin o Calcaterra. Son los dueños del país, por supuesto. Yo creo que en esta etapa no hay que debatir más con el mercado. Creo que en esta etapa lo que hay que hacer es estar decididos en hacerlos mierda. Algunos plantean que es una cuestión de oferta, que tiene que haber más casas para resolver el tema inquilino. Es como decir que los remedios de los jubilados se resuelve con más oferta de remedios. No. Es política de Estado: o es un derecho o es un negocio. Hoy es un negocio. El que no puede pagar tiene que vivir en la calle. El que no puede pagar tiene, te diría, el destino escrito: no va a poder ser parte del sistema.

¿Esto siempre fue así?

No, no. Empieza a hacer así durante la dictadura de Videla y Martínez de Hoz. Desde el ’43 que asume Perón en la Secretaría de Trabajo hasta el ’76 el alquiler no era un problema para nadie. Primero no terminaban los contratos. No firmabas un contrato de dos o tres años. Entrabas en la casa y ahí vivías hasta que no querías vivir más. Además el precio del alquiler estaba congelado por ley. El alquiler en el gobierno de Perón representaba el 4% de un salario. Y no es que los salarios eran altos. Era que los precios de los alquileres no podían ser confiscatorios del salario. Había una ley que los congelaba. Había un estado que decía que la vivienda no es un negocio, que nadie puede hacer negocio con la necesidad de vivienda de otro porque la tierra, el suelo es Argentino, no es de una persona, es del conjunto de la sociedad.

Eso que suena lógico, parece imposible políticamente hoy.

Sí, ese es un problema que tenemos. La dirigencia política tiene un discurso sobre lo posible nada más. Y así lo único posible son las políticas de mercado. Yo creo que hay recuperar no solo un discurso que vuelva a motivar la organización y la pelea, sino que además tenemos que tener una dirigencia política con mucho mas coraje. Porque si no, algo tiene que explicar porque ganó Milei. Entonces cuando vos tenés a tres candidatos a presidente, Patricia Bullrich, Sergio Massa y Milei, y los tres plantean que hay que terminar con la ley del alquileres. Seguramente lo que pase es que: uno, la gente vote al que le cree de verdad al que va a terminar con la Ley de Alquileres. Dos, que nadie sepa cuáles son las diferencias entre la dirigencia política y entonces en Santa Fe ayer el 50% no fue a votar y el otro 10% votó en blanco.

¿Cuales serían los cuatro puntos para encarar un camino que resuelva el problema de los alquileres?

Uno, una dirigencia política que no se dedique al negocio de la vivienda. Dos, no una ley de alquileres, sino una ley de vivienda que regule el valor del suelo, el de la vivienda y el de los alquileres. Contratos largos, con un mínimo de siete años. Fuerte intervención sobre las viviendas vacías. No tiene que haber una sola vivienda no habitada en la Argentina. Eso es para mí lo que tiene que ser un nuevo plan de vivienda para el gobierno que viene y dejar de decir que la vivienda es un sueño y no es un derecho.

¿Qué pasan en las provincias? ¿es un problema que va mas allá de las ciudades?

Es un problema global, no hay diferencias. Pasa en Alemania, en todos lados. Y en Argentina pasa por diferentes causas, pero con las mismas consecuencias. Por ejemplo, en la Patagonia argentina, San Martín de los Andes, Villa Langostura, Bariloche, Esquel, Tierra del fuego, Ushuaia, etcétera. Ahí vos tenes un turismo de elite que presiona muy fuerte sobre los precios de los alquileres. Entonces en San Martín de los Andes, el hospital público, que es el único que hay, corre el riesgo de quedarse sin médicos en temporada porque no tienen donde vivir los médicos porque donde viven los hechas para tomar turismo. Otro, Vaca Muerta. Salario Petrolero. Ganan cuatro millones por mes. El que tiene un monoambiente roñoso dice: a este estudiante no le alquilo más y alquilo al trabajador del petróleo que me puede pagar un palo por mes por este monoambiente. Quebrada de Humahuaca, patrimonio de la humanidad, cotización de tierras en euros, hoteles de lujo. Se tienen que ir a las periferias los que vivieron siempre ahí. Precios de los alquileres altísimos, empieza la renta sobre la tierra y sobre la vivienda. Rosario, Ciudad de Buenos Aires, ciudades de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, barrio privado, construcción de departamentos para dejar vacíos o para los sectores altos y en especulación con el precio del suelo y de las viviendas. Eso es el escenario nacional, pero tranquilamente es el escenario global si le agregamos al sector financiero.

¿ Cómo juega el sector financiero en el negocio inmobiliario?

Bueno, el sector financiero también juega en esto en Argentina y en el mundo. Hay una frase muy piola de Raquel Rolnik en el libro “La guerra de los lugares” que dice el problema no es una crisis de vivienda. En realidad hay una crisis del capital en donde tu cama hoy es una acción de Wall Street. Cuando vemos viviendas no tenemos que ver viviendas, lo que tenemos que ver son acciones que están jugando en la bolsa de sectores financieros, que juegan con la especulación de la necesidad de tener un lugar donde dormir. Y las consecuencias las pagamos nosotros.

Esta descripción que hacés es lo que podríamos llamar gentrificación, y que en la Argentina se suma a otro fenómeno que es la despoblación de grandes extensiones de territorio.

Yo diría, por un lado, no es gentrificación, es desalojo económico. Es lo mismo, pero yo trataría de usar términos más latinoamericanos. El mercado te está diciendo: loco, vos, con tus ingresos, acá no. Vos no podes pagar, amigo. Y por otro lado, que haya suelo sin usar, es la condición para que los precios puedan ser especulativos allí donde se usan.

Entonces hay una solución para ese empresario que viene a invertir. El gobernante del distrito le podría decir sí, pero no acá, sino acá.

Es que en realidad, si vos le decís a ese, che, no inviertas en la Ciudad de Buenos Aires, o en Avellaneda, no sé, hacelo en Tandil o en Roja, lo que tenés que pensar es quién tiene que garantizar después la construcción de la universidad, de la seguridad, del tendido eléctrico, etcétera. El que lo hace es el Estado. Entonces el tipo te dice dale, pero vos garantizame que me va a llegar la luz, el asfalto, etc. Y que además no vas a intervenir en el precio del suelo, de la construcción, del alquiler. Entonces el tipo construye por dos mangos, compra el suelo por dos mangos, y después el municipio o la provincia le construye el hospital, el tendido eléctrico, le brinda seguridad. Y ese departamento, o ese edificio que construye por dos mangos, lo vendés a 20 mil mangos.

¿Cómo se enfrenta esta situación?

El Estado hoy es eso, es un facilitador del negocio de la vivienda. Para mí lo que hay que hacer es destruir el negocio de la vivienda. Decirle a ese empresario: “No quiero que invierta en ningún lugar. No quiero que invierta más. Quiero que cobres dos manos por el alquiler y que la vivienda la cotices en pesos. ¿No es un negocio?, vendela amigo. Vendela, si tenemos viviendas de sobra la Argentina.

¿Cuantas casas hay en relación a los habitantes en Argentina?

Somos cuarenta y siete millones de habitantes. Y hay, según último censo más de diecisiete millones de viviendas. Hay una vivienda para dos punto cinco personas. En la Ciudad de Buenos aires, el 10 por ciento de las viviendas están vacías. En Rosario lo mismo. En Bahía Blanca lo mismo. Están las viviendas, hay que metérselo en la cabeza que las viviendas están. Después sí, hay que planificar una Argentina federal en donde si vos naciste en donde sea, tengas posibilidades de educarte, de trabajar y de seguir perteneciendo al lugar donde naciste y que no tengas que mudarte al AMBA para conseguir laburo, para poder estudiar lo que te gusta. Pero eso no tiene que ver con el negocio de la vivienda. Eso tiene que ver con la planificación de un país. No sirve darle un lote con servicio en la Loma del orto a alguien si ahí no va a tener ni laburo, ni una escuela, ni nada. No es primero la vivienda. No. Es, primero las condiciones para que aquellos que nacen en el lugar, puedan seguir en el lugar. Una de las condiciones que hace que la gente se tenga que ir de los lugares, además de no tener posibilidades de estudiar o de tener acceso a la salud, es que no pueden tener un lugar donde vivir. Y para tener un lugar donde vivir hay que terminar con el negocio de la vivienda. Yo no te digo hay que expropiar todo. No te digo eso. Lo que te digo es hacer lo que se hace y lo que se hizo en gran parte del mundo.

¿Qué se hizo?

Que un alquiler para una familia que tiene un salario total de 1,800,000 pesos no sea de 700,000, que sea de 300,000 o 200,000 pesos. Entonces vos decís el mercado se va a poner de punta, sí se va a poner de punta. Pero sabés qué pasa, la gente me votó, la gente quiere solucionar el problema de la vivienda, yo soy el Estado y me importa muy poco lo que piensa al mercado.

Te dicen que no va a haber inversión

Si la inversión la garantiza el Estado. Por lo general es tierra pública. Digamos la verdad, Eduardo Elsztain ¿qué hizo? ¿Creó tierra?.

“Tierra es lo que hay”.

Tierra es lo que hay. Y se la da el Estado por dos mangos. Y el tipo hace torres de lujo y después no podés pasar ni por la esquina. Está bien, te mueve toda la economía la construcción. Pero entonces, que haya viviendas públicas del Estado, que sean en alquiler, que se cobre barato, que el Estado recaude. De qué me estás hablando que no se puede generar empleo, que el único que genera empleo es el mercado. ¿No? Si es el Estado el que garantiza el negocio y la renta de la vivienda.

Cristina es una de las pocas, sino la única, que plantea la idea de la nueva estatalidad. Algo así como que tenemos que repensar al tipo de Estado. ¿Algo de eso estás diciendo cuando hablás de que necesitamos otro tipo de Estado?

Cristina habla de una nueva estatalidad, sin embargo no incluye la vivienda. Ahora, lo que sí hace es hablar de la economía bimonetaria, sostenida fundamentalmente por la dolarización del suelo y las viviendas a partir de Videla y Martínez de Hoz. Yo creo que se pueden tomar un montón de medidas para empezar a mejorar el problema de la vivienda en la argentina, pero hasta que el suelo y la vivienda no vuelva a ser pesificado, yo no sé si va a haber resultados importantes. Para mí, eso tiene que ser parte de una reforma constitucional y sin lugar a dudas, la vivienda tiene que ser, te diría, junto con quizás una reforma judicial, la estructura fundamental de cualquier proceso político nuevo que venga a transformar la Argentina de verdad.


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