PATAGONIA REBELDE
Para un presidente que daña la institucionalidad día a día y que se presenta como la antipolítica, el mayor problema que puede tener es justamente político e institucional.
Escribe: Agustín Ortiz
La política se trata de negociar dentro de una lucha de intereses, de generar diálogos y construir acuerdos. En ese ejercicio, se trata de construir con el que piensa distinto. En cuanto el presidente siga viendo traidores, comunistas y sediciosos entre lo que él llama la casta, su gobierno está condenado al fracaso.
Por lo general, se tiende a creer que el mayor problema que puede tener Milei es social, dadas las circunstancias de ajuste, inflación y pobreza. Que es el pueblo quien se va a cansar y lo va a sacar. Pero para un presidente que daña la institucionalidad día a día y que se presenta como la antipolítica, el mayor problema que puede tener es justamente político e institucional.
En su primera disputa con el Congreso perdió en una cancha marcada por la propia política tradicional. Desde ese entonces, hace un mes que Milei viene peleando con gobernadores, acusándolos de hacer caer la ley ómnibus, y negándose a transferir los fondos que le corresponden a las provincias. Se han quitado subsidios al transporte, a los servicios y el FONID. Asimismo, Caputo sugirió que si las provincias quieren pagarle a sus docentes que creen su propio subsidio.
Ante semejante contexto adverso para las provincias, los gobernadores patagónicos se plantaron y dijeron basta. Los 6 gobernadores (Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén y La Pampa) amenazaron con cortar los suministros de gas y petróleo si el presidente no envía los fondos correspondientes a la coparticipación. Javier Milei, desesperado, el viernes por la noche se puso a hacer lo que mejor sabe, twittear, y le sugirió a <<Nachito>>, por Ignacio Torres, gobernador de Chubut, que deponga su actitud o va a ir preso. El chubutense, dispuesto a confrontarlo, aseguró defender los intereses de sus coterráneos hasta la última consecuencia.
La función de presidente troll no es la mejor estrategia para gobernar un país en crisis.
Cuando se busca gobernar saltándose todo grado de institucionalidad e ignorando que no le han delegado las facultades, el sistema político mismo puede sentenciar tu fecha de vencimiento. Javier Milei aún no puede sacarse la campera de cuero del troll de Twitter e influencer de redes y ponerse el traje de presidente de la Nación.
Asimismo, transitar todo el tiempo por los márgenes de la democracia es peligroso, así como los autos que circulan por la banquina cuando la autopista está atascada. Se avizoran dos salidas, el sistema lo fagocita y lo expulsa.
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