Contra todo pronóstico, el gobierno de Milei llega a un diciembre con más calma de la esperada.

Escribe: Guillermo Risso

Si nos remitiéramos al fútbol y dijéramos que se está jugando la primera final de dos, la estaría ganando el gobierno nacional por goleada. Además de jugar de local tiene todavía una gran parte de su “hinchada” fiel, según encuestas de opinión, y sabiendo lo que son y que siempre están amañadas. Dicho esto, aun así podemos ver en ellas algunas señales de la realidad.

No fuimos pocos los que erramos en el análisis, arriesgando cuando venía la crisis. Que era marzo, junio, septiembre y quizá un diciembre caliente. Nada de nada: será el diciembre más tranquilo de la última década.

Unas fiestas con la pobreza en niveles siderales, con la mayoría de las familias sin poder llevar nada a su mesa, y ya ni me refiero a lo básico de una comida navideña, sino algo siquiera para comer.

A pesar de todo, será un fin de año sin sobresaltos para la gestión libertaria.

Algunas escaramuzas con el caso Kuider, unas manchas a algún aliado como Ritondo, pero no mucho más. A las pruebas me remito.

La última gran represión que aplicó el gobierno nacional fue el 12 de junio. Por supuesto, hay micro represiones, pero no mueven el amperímetro. ¿Dónde quedaron los permanentes acampes de las organizaciones sociales que durante la gestión anterior tomaban la 9 de julio todos los días? Ni uno vimos este año, a pesar de la tremenda motosierra a la que fueron sometidas, sin comida en los comedores, reducción del Plan Potenciar y alguna medida más que subrepticiamente los desarticuló. Pero en la calle ya no los vemos más.

¿En que anda la oposición? Me refiero a la más “combativa” a la que debería darle batalla a este plan de exterminio que lleva adelante Milei y su tropa libertaria. Jugando a la interna y tirándose por la cabeza nimiedades, mientras las mayorías de lo que en algún momento fue su base, me refiero al peronismo, sufre todos los días, comiendo lo que puede, viajando cuando puede y viendo como carajo va a llegar mitad de mes, porque fin de mes se volvió meta inalcanzable para esa gran parte de la población. También votantes de MIlei, donde muchos siguen la zanahoria que le pone adelante. El gobierno en eso también maneja la pelota con mucha habilidad.

No voy a ser un iluso, el Ejecutivo dispone la billetera y con eso adoctrina, divide a lo que podría ser un escollo frente a la elección de medio término del 2025. Pero tampoco se la hagamos tan fácil y nos ataquemos entre nosotros con estupideces de teatro de revista o de programa chimentero, se la dejamos picando en el área para que definan.

Despidos masivos en el Estado, donde una gran mayoría votó a Milei. Como ovejas van a rendir un examen para saber si les renuevan el contrato o se quedan en la calle. Sin capacidad de acción de los sindicatos estatales, con paritarias inexistentes. La mayoría, la misma que puteaba a Alberto Fernández por darle un punto menos de la inflación, hoy se calla y se resigna. Eso también es apoyo implícito a esta gestión.

El Congreso juega a la escondida, sale, espía y se vuelve a esconder. Es más, los interbloques de Unión por la Patria podrián inaugurar el 2025 fracturados en más bloques y con fugas que lo dejarían sin la capacidad de acción, escasa, que hoy tienen.

El 2025 será un año mucho más duro y dificil para las mayorías populares. No sirve solo dar clases magistrales y devolver agravios, hay que jugar la segunda final y remontar una goleada en contra. Por ahora la poca defensa que tenemos es la propia interna del gobierno. Si es por nuestros jugadores, el panorama es complicado. Me conformo con llegar a los penales y no comernos otra goleada.


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