Escribe: Julián Saud

Si Macri “nos desorganizó la vida”, Milei es la “ley del caos”. Si Macri fue el neoliberalismo, estamos en presencia del anarco capitalismo, algo que no hemos probado no solo los argentinos, sino tampoco el resto del mundo (salvo alguna experiencia perdida). En su programa de radio, Roberto Caballero planteó la idea de que no hay que mirarlo a Milei, hay que mirarlo a Caputo. Como a un mago, si uno le ve la cara no ve el truco. El problema no es lo que hace Milei (un “showman”, en palabras de Cristina), sino lo que hace Caputo y el poder concentrado que tiene.

El escenario que se da en Diputados y Senadores, mientras tanto, es clave para darle una batalla a este oficialismo. ¿En qué casillero del juego del León estamos?

En el casillero donde la pone a Victoria Villarruel en un lugar protagónico. Dicen que ella dijo “magia no podemos hacer”, en relación a que retrasó todo lo que pudo el tratamiento del DNU. Agotó todas las instancias de diálogo, incluso aprovechó que estuvo al frente del Ejecutivo, lo que hizo que su agenda se dilatara aún más. Aunque Unión por la Patria le solicitó una fecha para el tratamiento, dilató la definición (ella tiene potestad para fijar día y horario), y no hizo más que retrasar lo que parece inevitable. La semana pasada tuvo que aceptar el pedido por nota de nueve legisladores que le requirieron una sesión especial para poder discutir el DNU 70.

En esa lista no está Unión por la Patria, sino los que uno suponía le darían la posibilidad de gobernar a Javier Milei:

Los peronistas disidentes Edgardo Kueider (Entre Ríos), Carlos Espínola (Corrientes)
Alejandra Vigo (Córdoba), de Unidad Federal.

De Innovación Federal Mónica Silva (Juntos Somos Río Negro).

Los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut (Frente Renovador por la Concordia Social)

Los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano que responden al gobernador Claudio Vidal.

Y la sorpresa del pedido a Villarruel, el radical Pablo Blanco (Tierra del Fuego).

La suma da 9, y sumados a los 33 integrantes de Unión por la Patria aseguran una derrota al oficialismo. Para tener quórum se necesitan 37, y la suma da más que 37, con lo cual no sólo tienen el quórum, sino que tienen la mayoría. Estos senadores todavía no pusieron fecha, algo que sí había hecho Unión por la Patria.

Evidentemente los gobernadores mandaron a sus senadores a generar la tensión necesaria para sentarse en una mesa de negociación, cuestión que no estaría registrando Milei, que entre otras cosas llamó “el rey de los pelotudos” al gobernador de Chubut… No se puede construir una negociación con alguien que te trata así, veremos a qué están dispuestos los gobernadores.

El objetivo de la oposición real en el Senado (Unión por la Patria) es hacer caer el DNU. Con sólo 4 votos que sume este bloque, lo lograría. Creen que si eso pasa, correría la misma suerte en Diputados.

Al no fragmentarse, Unión por la Patria tiene una base muy importante para llegar al número tanto en el Senado como en Diputados. Si esto llegara a pasar, la única forma de interpretar esto es una derrota histórica para el gobierno: nunca hasta ahora una cámara legislativa votó en contra de un decreto.

CFK juega

Por otro lado, en una nota de Ignacio Fidanza, se deja trascender que el pensamiento de Cristina es que Milei puede dolarizar en cualquier momento. Aunque dólares no tiene para hacerlo, eso no le impide llevar adelante la cristalización del ajuste, ya que no puede vivir en ajuste permanente y eso lo sabe hasta Milei.

Quizás sea esa la carta que tiene ante el conflicto que se está adelantando en las provincias. Hoy por ejemplo La Rioja entró en default, y esto es un anuncio para las demás provincias. Evidentemente Milei está trasladando la crisis a las provincias, y la dolarización cristalizaría ese ajuste o por lo menos daría una perspectiva de transición.

¿Qué dice Cristina? Propone un acuerdo parlamentario, trabajar en ese acuerdo en puntos básicos como pagar sueldos estatales y municipales, que la crisis no llegue a las provincias. Reponer la ley del fondo docente, sancionar la coparticipación del impuesto país, restituir el fondo sojero, que le devuelve a las provincias el 30% de lo que recaudan en retenciones. O cualquier otra alternativa, ya que la mayoría la tendrían.

¿Qué es lo que se necesita? Que la oposición dialoguista se anime a votar junto al peronismo y romper con esa falsa grieta que instalaron los medios. No se trata solo de conseguir la mayoría, hay que tener una mayoría especial para rechazar un posible veto de Milei, que seguramente espera hacerlo. Si toda la oposición se unifica, hay una salida institucional a esta locura que plantea Milei, que tiene posibilidades de sobrevivir, ese el riesgo real. ¿Estarán dispuestos a saltar sobre la grieta que construyó la propia derecha en Argentina? Solo así se podría tener una salida institucional a esto que es, sin lugar a dudas, un final ya anunciado: la crisis total.


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