ALEGRE PROTESTA DESAFÍA AL FUTURO
En un futuro se podrá decir que el colectivo LGBT+ estuvo a la altura de lo que la coyuntura exigía: coraje, inventiva, inteligencia, articulación y despertar la esperanza en la lucha necesaria contra un fenómeno mundial que inquieta y desafía.
Escribe: Flavio Rapisardi
Fotos: Matías Rosingana
En un futuro se podrá decir que el colectivo LGBT+ estuvo a la altura de lo que la coyuntura exigía: coraje, inventiva, inteligencia, articulación y despertar la esperanza en la lucha necesaria contra un fenómeno mundial que inquieta y desafía. Mientras la Internacional Reaccionaria avanza día a día junto con genuflexos como Milei como parte de la misma alianza global y la oposición se debate entre esperar que le baje el índice de aprobación al oficialismo y su estrategia legislativa bastante pobre, una verdadero patchwork tomó las calles en el país en la Marcha del Orgullo LGBT+ Antifascista y Antirracista en más de 150 ciudades del mundo. En estos lares, la marea de CABA y el conurba no estuvo sola: hubo olas a escalas impensables en ciudades que votaron a la derecha como Gualeguaychú, Bariloche y Mendoza.
Otra vez, como en las asambleas previas, la institucionalidad que fue parte de la alianza social en la que se sostuvo las transformaciones post 2001, y algunes en la propia administración de gobierno en sus tres niveles, fue desbordada por cientos de miles de jóvenes, en su mayoría. La combinación de cantos y banderas fue impresionante, pero en la cabecera, donde estaba la potencia, abundaban carteles hechos a mano, a ferrite sobre tela de colores, dibujos con fibrón, cartelitos hechos con cartón de cajas, ampliaciones creativas de rostros de Milei intervenidos con un significante que vino para quedarse y que haríamos bien en retomar complejizado tal como propone Rocco Carbone en “Lanzallamas”: fascista.
La variedad de la marcha llegó a la contradicción en Plaza Congreso, cuando cientos de miles ya ocupaban Av. de Mayo. A lo largo de Hipólito Yrigoyen las agrupaciones nacional-populares y de izquierda nacional junto con la CGT, gremios, organismos de derechos humanos y trabajadores de la economía popular desplegaban sus fuerzas con la disciplina de su experiencia militante. En espejo, sobre Av. Rivadavia, una columna más corta de la izquierda tradicional repiqueteaba (un camión del Partido Obrero) un canto que no tenía eco ni entre sus manifestantes: “la la la… donde está la CGT”. Estaba plaza por medio. Fue grato verles. Nos gustaría fuera más seguido, en más luchas usando su poderoso aparato sin plegarse en los devaneos de “clase” política que se volvió a formar y va camino a repetir la crisis de representatividad de fines de los 90 si no entienden que el “déficit democrático” también lxs alcanza.
La fiesta es protesta, pero la lucha debe organizarse. Respetando a lxs compañerxs anarquistas que se oponen por principio a todo modo de institucionalidad, la mayoría que hoy se manifestó en Buenos Aires y en el país fue la expresión de una energía que deberá ser organizada de maneras que combinen tradiciones e innovación. La masa activa y crítica está allí, su continuidad como forma de lucha dependerá de varios factores, pero podemos arriesgar que el principal es que la institucionalidad se democratice y se abandonen los modos centralizados de organización, para dar lugar a lo que los gringos llaman “hub and spoke”, y que podría traducirse como “centro y radio”. La movilización de una amplia base y su coordinación será necesaria para recuperar el gobierno y convertirlo en poder que esta vez es una hegemonía global en lucha geopolítica para quienes solo somos una granja a exprimir y en donde solo se necesita mano de obra poco calificada para procesos extractivistas.
La Marcha del Orgullo Antifascista y Antirracista fue lo que prometió. Y moleste a quien moleste, surgió de la furia que produjo el nuevo acting mileísta en Davos donde al criticar al feminismo y a las diferencias sí habló de economía. En este marco también preocupa que dirigentes LGBT+ no entiendan la dimensión económico-política de la cultura: las diferencias somos un gasto y en nuestro castigo está el adelanto, el calentamiento, el avance y la continuidad de la sistemática transferencia de recursos de los sectores sociales populares hacia la única minoría que existen en Argentina: lxs millonarixs. No es recorte el cierre del Centro Cultural Haroldo Conti, del Hospital Laura Bonaparte, del INADI, de la Secretaría de DDHH, de la Dirección de ETS, etc., es transferencia, reconfiguración del Estado que malgasta porque su interés es solo beneficiar a las minorías acomodadas locales que tienen su conciencia en sede extranjera. El Estado libertario es un elefante que sostiene a millonarios locales cipayos y corporaciones internacionales.
Hoy todo es festejo. Mientras escribo estas líneas aún miles permanecen en la Plaza de Mayo, bailando, charlando, brindando, discutiendo, ya que fue un acto sin discurso central. Lo que se dijo se expresó en bailes, cantos, pancartas, proclamas, pegatinas, bailes, contoneos, besos, abrazos y roces. Ahora hay que organizar la energía liberada por esta acción potente para que lo que hoy hicimos no sea un vano intento de escribir sobre el agua ni una imagen que se folklorice para un futuro que debemos hacer mejor.
Esta nota forma parte de la edición digital de revista hamartia Año 15 / Enero 2025.
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