EL VICEPRESIDENTE DE TRUMP Y LA DERECHA POST-LIBERAL
James David Vance, autor de Hillbilly Elegy, emergió como una figura clave de la derecha post-liberal en EE.UU.. Criticando el liberalismo moderno y abogando por una sociedad más tradicional, propone una alternativa radical al sistema político y económico actual, centrada en valores nacionales y locales. Sin embargo, su visión plantea riesgos para la democracia y la pluralidad, con implicaciones potencialmente autoritarias y excluyentes.
Escribe: Gonzalo Fiore Viani
Publicada originalmente el viernes 15 de noviembre del 2024 por La Tinta
James David Vance, uno de los nombres más relevantes en la política estadounidense en la actualidad, no es simplemente un producto del movimiento MAGA de Donald Trump. Su pensamiento es mucho más complejo y su ideología ha evolucionado hacia una corriente emergente dentro de la derecha política, la llamada derecha post-liberal. Esta visión se aleja del liberalismo clásico y busca una respuesta radical a la ideología ha dominado el panorama político, económico y social estadounidense durante décadas. Para entender las raíces de su pensamiento y sus influencias clave, es necesario analizar los filósofos, pensadores y movimientos que han dado forma a su perspectiva del mundo.
Vance saltó a la fama con Hillbilly Elegy, una autobiografía que explora su crianza en una familia de clase trabajadora en el sur de Ohio y Kentucky. Allí, describe cómo las dificultades económicas, el abuso de sustancias y la falta de acceso a oportunidades afectaron a su comunidad, particularmente, en el contexto de los valores y la cultura de los «hillbillies» ―descendientes de inmigrantes europeos rurales―. A través de su propio viaje de superación, el autor reflexiona sobre las causas profundas de la decadencia social en los Apalaches y más allá, señalando cómo el colapso de las estructuras tradicionales y el ascenso del individualismo contribuyeron a la crisis de esta comunidad.
El libro narra su experiencia personal y lo usa como un comentario sobre las tensiones sociales y políticas de Estados Unidos, especialmente en relación con la desilusión de los votantes de clase trabajadora que se volcaron al apoyo de Donald Trump en las elecciones de 2016. Hillbilly Elegy se convirtió en un fenómeno cultural que suscitó un amplio debate sobre el abandono económico de ciertas regiones del país y las respuestas políticas a estos desafíos.
Fue llevada al cine, en una producción dirigida por Ron Howard, en 2020. La película, sin embargo, generó controversia y debate, ya que muchos consideraron que ofreció una visión simplificada y «lavada de cara» de las problemáticas sociales que Vance describe en su libro, así como también fue vista como un vehículo para resaltar la «superación personal» dentro de un marco individualista. En el texto de Vance, la crítica a la política económica, el colapso de la clase media y el impacto del individualismo en la cultura estadounidense tienen un papel central. La película, en cambio, tiene un relato que simplifica estos temas complejos, presentando a la familia Vance como una metáfora de la lucha por el ascenso social, sin proporcionar un análisis más profundo de las estructuras sociales y políticas que están en juego.
El colapso del liberalismo moderno
Vance no es un simple crítico del liberalismo, ha transitado un camino ideológico que lo ha llevado a rechazar las bases mismas de la modernidad liberal. Su visión se basa en una crítica profunda al individualismo y la globalización que, en su opinión, han desintegrado las comunidades tradicionales y han erosionado el tejido social de Estados Unidos. Una de las influencias más destacadas en la formación del pensamiento de Vance es el filósofo político Patrick Deneen que, en su libro Why Liberalism Failed (2018), argumenta que el liberalismo, al centrarse en la autonomía individual y la maximización del libre mercado, ha destruido las bases comunitarias de la sociedad, como la familia, la religión y las economías locales. Para el autor, el liberalismo no ha conducido a un avance social, sino que ha creado una sociedad más fragmentada, solitaria y desesperanzada.
Vance ha adoptado muchas de esas críticas, abogando por un orden político que valore lo local y lo tradicional, buscando alejarse de la globalización y de las estructuras que han sido responsables de la pérdida de cohesión social. Al igual que Deneen, cree que el liberalismo ha fallado en proporcionar un modelo de sociedad que fomente la estabilidad y el bienestar de la comunidad.
Peter Thiel: el cuestionamiento de las élites tecnológicas
Aunque Vance no comparte todas las ideas de Peter Thiel, especialmente en el campo tecnológico, la influencia del magnate de Silicon Valley es evidente y ha sido un importante financiador de su carrera política. Crítico con las élites tecnológicas y su control sobre la sociedad y la política, a pesar de sus posturas liberales en economía, Thiel considera que las grandes corporaciones tecnológicas y los gobiernos están más interesados en mantener su poder y estatus que en promover un verdadero progreso social.
Vance adopta una postura similar en este tema y sostiene que las estructuras políticas y tecnológicas actuales están en manos de un grupo pequeño de élites que no representan los intereses de la mayoría de los estadounidenses. La solución sería reemplazar estas élites por individuos más alineados con una agenda nacionalista y conservadora, que priorice los intereses de las comunidades locales y la estabilidad social.
Curtis Yarvin y la crítica radical al liberalismo democrático
Uno de los pensadores más polémicos que ha influido en Vance es Curtis Yarvin, conocido por su pseudónimo Mencius Moldbug, es una figura prominente del movimiento neo-reaccionario (NRx), que propone una crítica radical al liberalismo y la democracia. En lugar de creer en el progreso inexorable de la humanidad, como lo hacen los liberales, defiende la necesidad de transformar el sistema político de manera fundamental, hacia un modelo de monarquía moderna, donde un «CEO nacional» o dictador pueda eliminar la corrupción y depurar el sistema democrático. Aunque Vance no abraza la visión autoritaria de Yarvin, comparte con él la crítica a la democracia y a la oligarquía tecnocrática que, según él, ha corrompido las instituciones estadounidenses. La propuesta de Vance de reducir el tamaño del Estado y despedir a burócratas es, en parte, una respuesta a esta concentración de poder y a lo que él percibe como un sistema político que favorece a las élites sobre el pueblo.
René Girard y la conversión al catolicismo
Otro pensador clave para comprender la evolución intelectual de Vance es el filósofo francés René Girard. La teoría de Girard sobre la rivalidad mimética, que sostiene que los seres humanos tienden a desear lo que otros desean, es central para entender la visión de Vance sobre la polarización política y social. Según la cual, esta rivalidad perpetua conduce a una espiral de violencia, donde las sociedades encuentran una solución a sus tensiones a través del mecanismo del chivo expiatorio, que canaliza las frustraciones colectivas hacia un grupo o individuo.
Vance ha citado este concepto para explicar cómo la política estadounidense se ha polarizado y cómo las redes sociales, en particular, alimentan esta rivalidad constante. Además, la exposición a Girard fue crucial para su conversión al catolicismo en 2019 que, según ha expresado, le ofreció una forma de superar la destructiva rivalidad de las redes sociales y la política, proporcionando un marco moral y espiritual que le permitió abordar las tensiones sociales de manera más constructiva.
Sohrab Ahmari y el conservadurismo de clase trabajadora
Otro pensador cercano a Vance es Sohrab Ahmari, un escritor y editor que ha evolucionado ideológicamente desde el izquierdismo hacia un conservadurismo cristiano. Ahmari defiende lo que él llama un «conservadurismo de clase trabajadora», que rechaza tanto el liberalismo económico como el conservadurismo tradicional. Este enfoque busca recuperar los valores cristianos y sociales, abogando por una mayor intervención estatal en la economía para proteger a los trabajadores y a la familia. Vance ha adoptado muchos de estos principios, defendiendo una economía que no se base únicamente en el libre mercado, sino que también busque proteger a los ciudadanos más vulnerables, especialmente aquellos que han sido desplazados por la globalización y el capitalismo desregulado.
Rod Dreher y la «Benedict Option»
Finalmente, otro pensador clave en la formación del pensamiento de Vance es Rod Dreher, conocido por su propuesta de la Benedict Option. Dreher sostiene que los cristianos conservadores deben crear comunidades separadas que ofrezcan una alternativa a la cultura dominante, construyendo una «contra-cultura» basada en valores cristianos. Esta idea, que defiende la creación de comunidades de resistencia dentro de un mundo cada vez más secular, ha sido influyente en la visión de Vance sobre cómo los conservadores deben actuar en un mundo que perciben como hostil a sus valores.
J. D. Vance no es simplemente un discípulo del movimiento MAGA, ha ido mucho más allá al integrar influencias filosóficas y políticas que lo vinculan con la corriente emergente de la derecha post-liberal. Ha desarrollado una visión radical de cómo la sociedad estadounidense debe reconstruirse, basándose en valores comunitarios, una economía más protegida y una revalorización de lo tradicional frente a la erosión provocada por el liberalismo moderno. En este camino, no solo cuestiona el estado actual de la política, sino que busca ofrecer una alternativa que podría definir el futuro de la derecha estadounidense en las próximas décadas. Se ha mostrado favorable a propuestas que sugieren minimizar el papel del Estado en la protección de los derechos individuales o desafiar la diversidad de valores y culturas que han crecido bajo el orden liberal. La crítica a la democracia liberal y la preferencia por alternativas más autoritarias o «iliberales» podría llevar a un debilitamiento de las instituciones democráticas, y, en el peor de los casos, fomentar tendencias autoritarias o antidemocráticas.
Su énfasis en los valores tradicionales podría llevar a la exclusión de comunidades marginalizadas o a la promoción de visiones conservadoras que no son necesariamente inclusivas de todos los grupos, como las minorías étnicas, LGBTQ+ o religiosas. La creación de «barricadas culturales» basadas en valores comunes podría debilitar la noción de pluralidad que ha caracterizado a las democracias liberales y provocar una homogeneización forzada de las comunidades. La visión de una sociedad sin intervención estatal significativa o un rechazo de la pluralidad democrática no solo pone en riesgo los avances en derechos humanos y libertades individuales, sino que también abre la puerta a modelos autoritarios que podrían limitar las libertades políticas.
Aunque Vance critica el capitalismo global y la deshumanización de la clase trabajadora, sus propuestas de solución tienden a ser más individualistas y menos estructurales. La defensa de mercados más protegidos o de una economía más cerrada podría llevar a políticas económicas regresivas que no solo afecten a las clases altas, sino que también deterioren el bienestar de las clases medias y bajas, especialmente en un mundo cada vez más interconectado globalmente.
Los puntos peligrosos son la puesta en riesgo de la democracia liberal, el fomento del autoritarismo, aumentar las divisiones sociales y económicas, y debilitar los principios de igualdad y pluralismo que han sido centrales para las sociedades democráticas modernas. Si bien sus diagnósticos sobre la crisis de la clase trabajadora y la deshumanización del capitalismo son legítimos y atendibles, sus propuestas podrían tener consecuencias perjudiciales si no se implementan con un enfoque de inclusión y justicia social, algo que la derecha no acostumbra a hacer.
Imagen de portada: Imagen: AP – Yuki Iwamura
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