NUEVO PACTO Y VAN
La inestable alianza que sostiene a Milei en el gobierno; represiones y vetos por venir.
Escribe: Julián Andreu
Desde el pacto de Acassuso entre Milei y Macri, luego de la elección general donde Massa ganó y quedó posicionado con el actual presidente para el balotaje del 19 de noviembre, que el juego del PRO con LLA no termina ni se resuelve.
Con la interna entre el ex jefe de gobierno Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, donde está última resulta la ganadora con el apoyo de Macri, el partido amarillo comenzó su desmembramiento, situación muy bien aprovechada por Milei y su partido.
Lo interesante es que el Pro aporta funcionarios al nuevo gobierno que asumió el 10 de diciembre, sin ir mas lejos con la que ponía “bombas en los jardines de infantes” en palabras de Milei ocupando el cargo de Ministra de Seguridad. Esto ocurre aun ante la negativa de su ex jefe político, Mauricio Macri, que entendía que la negociación no era «personal» sino partidaria de un partido que a esta altura podríamos decir estaría en terapia intensiva, con poca perspectiva de vida. Por lo menos esa es la foto de hoy.
La ex alianza Juntos por el Cambio feneció. Los radicales partidos en varios pedazos no logran consensuar ni las políticas que ellos mismos proponen como el financiamiento a las universidades, no acuerdan entre senadores y diputados, ni dentro de sus bloques de senadore y diputados. El abanico va desde los serviles ultramontanos a los díscolos casi totales. La relación entre De Loredo y Martín Lousteau no tendría retorno.
El PRO, o lo que queda de él, casi podríamos decir que está en la misma situación que la UCR, con una diferencia: un sector sigue respondiendo a una conducción, la de Mauricio Macri, que hace equilibrio entre pararse como un aliado a Milei o disfrazarse de un livianito opositor para negociar. Lo hace seguido en las reuniones de la milanesa en Olivos, con resultados pobres.
Nuevo escenario
Esta editorial empezó a tomar forma a principio de semana, pero pasaron cosas, entre ellas la internación del jefe de gabinete Guillermo Francos. Dicen que algunos ya le estaban mandando un ramo de calas. El lugar parecería ocuparlo Patricia Bullrich, que sumó puntos esta semana apaleando viejos y viejas, gaseando nenas y nenes, y armando operaciones mentirosas de baja estofa a las que se vieron los piolínes. Aunque estas cosas a la Casa Rosada le gustan mucho, esta gestión fue mucho más allá de la posverdad, son la noverdad y se regodean de eso.
Otra noticia es la fantochada de este domingo donde Miei presentará algo que no es un presupuesto, porque no va a presupuestar nada, solo expondrá números estrafalarios que solo él ve, con su nueva novia en la tribuna y algunos diputados de la Comisión de Presupuesto. Asistirán por supuesto los propios de LLA y del PRO, los radicales con rodilleras y alguno más disperso de otros bloques, y con Mauricio Macri también en la tribuna
¿Será el primer paso del nuevo acuerdo?
Bullrich desconfía de estas maniobras, ve acomodarse a su nuevo rival Cristian Ritondo ¿Tomará su lugar en Seguridad si ella va a la Jefatura de Gabinete? Esto no le gusta, y querría dejar a su segunda Alejandra Monteoliva, hoy denunciada y acorralada por mentir en cámara sobre el tema de la nena gaseada. Bullrich algo tendrá que ceder y sabe quién ganará ese espacio que ella pierda: el domador de reposeras.
Vetos
Milei sigue sumando vetos. Ya lo hizo contra la nueva fórmula jubilatoria y con ayuda de los radicales de rodillera que no se doblaron. Ahora vetará la financiación de las universidades y cabe preguntarse: ¿Cuántos jubilados y universitarios, alumnos, alumnas y docentes habrán votado a Milei? La respuesta es que muchos, sin pruebas pero tampoco dudas ¿Serán parte del universo de conversos que hoy lo putean, o seguirán con esperanza?
Estas medidas dejan heridos y por supuesto costo político, no terminó bien parado el gobierno la semana. Una nena gaseada les hizo temblar toda la estantería y hasta los periodistas serviles intentaron correrse.
El show mediático del domingo tratará de imponer agenda. La base de ese no presupuesto, porque se gastará lo que se recaude, ya tiene un antecedente en el viejo “Déficit cero”. De la Rúa lo hizo en julio de 2001 y el final solo llegó cinco meses después. No digo que pase automáticamente esto. La historia se repite primero como tragedia y hubo 38 muertos en Plaza de Mayo. Otras como comedia, algo que a este gobierno le sobra, son un paso de una mala comedia con consecuencias que todavía no se terminan de divisar en toda su magnitud, pero que no hay duda todas ignominiosas para la Nación.
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