11 diciembre, 2025

LAS MUJERES, LA MINA Y EL MUNDO DIJO BASTA

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minas

Si bien Asia y África son los continentes con mayor actividad minera en la actualidad, América del Sur no se queda atrás teniendo en cuenta que Europa ha disminuido su actividad con respecto a lo que fue en el pasado debido en gran medida a la importación de minerales.

Escribe: Carolina Camacho

Los países de nuestra región de mayor actividad minera son Chile (cobre), Perú (plata y cobre), México (plata y oro), Brasil (hierro y otros metales), Colombia, Argentina (plata, oro y otros metales), Bolivia (litio y otros minerales), Venezuela (oro) y República Dominicana (oro).

En el altiplano boliviano la extracción de minerales existe desde hace más de cuatro siglos en los cuales ha estado ligada exclusivamente al sector masculino. Las mujeres se ocupaban de las labores domésticas, de la reproducción de la especie y de atender a los maridos mineros. La presencia de una mujer dentro del socavón de la mina era impensada. Por muchos años se morían muchos hombres por derrumbes y explosiones de gas, y sus esposas enviudaban, pero no podían ocupar sus lugares de trabajo. Existía un mito popular muy arraigado de que la mujer dentro de la mina hacia enojar a la Pachamama provocando derrumbes y catástrofes. Se rumoreaba que las mujeres estaban malditas, que daban mala suerte en los socavones, según una tradición bastante machista. La mujer como fuente de desgracia, desdicha y muerte. Llevó muchos años poder romper con ese mito, pero las mujeres lo lograron. Si la minería era una actividad de hombres había que caracterizarse de hombre entonces, y ponerse el overol y entrar a los socavones, de esa manera la mujer iría logrando su autonomía como trabajadora de la mina, y con los años se fueron organizando en agrupaciones y cooperativas y también asociaciones. 

En Bolivia y Perú particularmente la actividad sindical era muy activa con discursos trotskistas muy encendidos y politizados en los que la figura de la mujer fue tomando preponderancia, pero fueron muy combatidos.

En el territorio argentino hay actividad minera en la actualidad en cinco provincias, Santa Cruz, San Juan, Jujuy, Salta y Catamarca. Mas de 5.000 mujeres trabajan en la minería argentina, representando el 12,7 % del total de empleos formales en el sector en enero de 2025. La mayor cantidad de empleadas se encuentra en los proyectos metalíferos, seguidos por servicios relacionados con la minería y el litio.

La brecha salarial en minería es menor que en otros sectores, en parte debido a la concentración de mujeres en puestos profesionales y de oficina. 

Chile se ha posicionado como líder mundial en participación femenina en la gran minería, alcanzando un 23,1 % en 2025, un aumento significativo desde el 7,7 % en 2014. Este logro se debe a la incorporación de mujeres de todos los niveles, incluyendo roles operativos y de liderazgo. Se han implementado políticas y programas como la Política Nacional Minera 2050 y la norma de género 3262, para promover la integración y retención de talento femenino en la industria.  

En México cerca de 60.000 mujeres trabajan en la industria minera. Las mujeres que ocupan puestos ejecutivos en la industria minera aumentaron de un 4 % a un 6 %, según datos de la Camimex.

Que en la industria minera la presencia de las mujeres haya ido en ascenso y haya incrementado sus responsabilidades y liderazgos dentro del gremio minero, no significa que la minería no tenga una contracara peligrosa en el mundo de hoy y es las consecuencias y el impacto del extractivismo en la actualidad. Esto nos obliga a prender una luz de alerta. Que las mujeres exploten las reservas naturales de la misma manera que lo venían haciendo los hombres es una buena noticia, pero la mala noticia es la contaminación que genera la extracción de minerales, y en esto no existe la brecha de género, la actividad contamina de igual manera se trate de hombres o mujeres que lo realicen. Muchos hablan de “minería responsable”, como en todos los ordenes de la vida siempre hubo seres humanos más cuidadosos que otros, pero lo cierto es que la actividad minera no estaría haciéndole un bien al planeta en este momento de la crisis climática que atravesamos. 

El mayor problema es cuando son los extranjeros, en muchos casos “los gringos” los que llegan con sus empresas y compañías poderosas a tomar posesión de los lugares tomándose las licencias de correr a sus habitantes que en definitiva son quienes más derechos tienen sobre esos lugares, ya que en muchos casos familias de cinco generaciones para atrás fueron mineros y fueron heredando esas labores.

Desde que el mundo es mundo que sus habitantes autóctonos y nativos explotaron lo que la naturaleza les daba para subsistir, y tuvieron que hacerlo enfrentándose a los mayores cataclismos con los que su época los desafiaba, y siempre hubo cataclismos y finales de historia y vuelta a empezar, y siempre ganaban las civilizaciones más fuertes, las que mejor lograban adaptarse a los cambios. Se supone que ahí radica el desafío de la subsistencia de la naturaleza, pero esta era que vivimos es muy distinta, de todos los otros cataclismos de hemos vivido en la historia del planeta. Este próximo cataclismo que se avecina, el que está a la vuelta de la esquina, a las puertas de estos años que transitamos, sería el primero provocado por el hombre y no por la naturaleza. Eso angustia enormemente, pienso que si no pensamos nada va a cambiar, y el mundo requiere muchos cambios. Además, vivimos en un mundo en el que elegir la forma en que queremos morir es para pocos, ya resulta para pocos, se podría decir que son muy pocas las cosas que podemos elegir en sociedades como las de hoy. La realidad se impuso categóricamente y las clases dominantes y multimillonarias del planeta han decidido acabar con la clase trabajadora, y la IA contribuyendo en eso con su granito de arena. En esa lucha estamos, porque hay quienes logran agiornarse y hay quienes no pasan ese filtro y se los barre del sistema, como tantas veces ha pasado en la historia.

El grupo teatral autogestionado “Piel de lava” conformado por cuatro actrices argentinas se presentó con su obra “Petróleo” desde 2018 a 2024. La obra explora la vida de cuatro trabajadores del petróleo en la Patagonia y ha sido aclamada por la crítica, llevando al grupo desde espacios pequeños hasta teatros comerciales como el Metropolitan y el Teatro General San Martín. 

El tema de la minería merece seguir siendo discutido en lugares con discusión y decisión política como el Congreso Nacional porque son varios los ítems que están en juego con respecto a este tema. La agenda ambiental es transversal a nuestros días y debe estar a la altura, abarcando aspectos como el cambio climático, la protección de la biodiversidad (océanos, bosques y vida silvestre), la prevención de la contaminación (plásticos, tóxicos y residuos), la promoción de la energía renovable, y la defensa de una agricultura sostenible y libre de tóxicos y alimentos transgénicos. Todos estos aspectos deberían estar en la agenda de cualquier gobierno que se precie de querer lo mejor para su población. 

Claramente la minería debería repensarse como todos los tipos de industrias que tengan factores contaminantes, como la industria textil que es altamente contaminante, y se fabrica mucho más de lo que el mercado demanda. Debe haber cabezas en el mundo que estén pensando en estas cosas y que de esa forma trabajen para garantizar las condiciones de vida de las nuevas generaciones por venir y para las que ya están aquí. Me llama poderosamente la atención que nadie elabore proyectos que contemplen estas cosas. Pareciera que estamos yendo hacia la nada misma. Nos acontece la era del vacío, y tendrá consecuencias nefastas. 

Antes de la minería a cielo abierto eran muy alto el índice de muertes en trabajadores mineros. Hoy, esta práctica que se usa bastante en América del Sur reduce el índice de mortalidad de trabajadores mineros, pero incrementa el impacto y riesgo ambiental (alterando el paisaje y la contaminación del aire, el suelo y el agua y su flora y su fauna)

Pareciera que las mujeres siempre llegamos tarde a todo, antes éramos una presencia maligna en la mina, y una vez que eso se logró equiparar y demostramos nuestras destrezas allí, el mundo requiere de un cambio urgente en sus prácticas.

Existen en algunas provincias de Argentina, agrupaciones de mujeres que se encargan de salvaguardar la ecología y las reservas naturales como los montes, los ríos y la selva, pero no es suficiente, la toma de conciencia debe ser más masiva. El desmonte influye directamente en las altas temperaturas que hacen en los últimos años veranos invivibles. 

No sabemos hasta cuando las mujeres deberemos pagar derecho de piso para todo como en el caso de las mineras, y porque todo nos tiene que costar el doble que a los varones. No hay respuesta para eso, cada vez veo varones menos dispuestos a deconstruirse, a repensarse, en algún punto a muchos les vino bárbaro este neoliberalismo barato que nos acontece, el sistema es bestial, y muchos dicen “sigamos siendo bestiales”, y se suben a ese pony. 

Parece una frase armada, pero el mundo involuciona, y no genera condiciones para el desarrollo, y ya sabemos que existen elites que se la quieren llevar toda para ellos. Ninguna novedad. Nada nuevo bajo el sol. Muchos estamos esperando agazapados que vuelvan los tiempos de los pueblos, pero sin corrupción ni abusos. Estamos esperando algo nuevo realmente y no más de lo mismo. No es mala palabra ser del pueblo, de eso nos convencieron también. Un poco de amor por la vida y por el mundo y esto se resuelve con todos adentro. Es una pena que seamos un pueblo tan domesticable, pero considero imprescindible seguir alzando las voces.

FOTO PORTADA: https://www.manosunidas.org/noticia/mujeres-mineras-bolivia


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