EL JUEGO DEL META Y PONGA
Milanesas y objetos pecuniarios para la oposición del PRO.
Escribe: Guillermo Risso
Hay una famosa milonga que cantaba José Cafrune, «La vuelta del Montonero», que decía algo asi como «No es pa´ cantar la milonga, que los invité a esta fiesta. En las patriadas como ésta, el baile es de meta y ponga». Habla de un guerrero en las luchas por la independencia, y se me ocurre una analogía con lo que pasa entre Macri y Milei, no porque estos sean guerreros ni guapos, sino que hay mucho me meter y poner, según las circunstancias.
Con las disculpas al gran Cafrune por mezclarlo con esta gente despreciable.
Parecería claro que el PRO juega en el mapa político al ritmo de varios actores, no solo de Mauricio Macri. También mete su posición Patricia Bullrich. Actores menores que se van arrastrando hacia los pies de duende de Milei, como Diego Santilli, María Eugenia Vidal, entre otros.
En algunas situaciones juegan en tándem. Casi todo el bloque votó a favor de la ley que mejoraba la fórmula de movilidad jubilatoria, pero todos juntos otra vez bancaron el veto a esa ley aplicado por el Poder Ejecutivo.
Nadie es inocente. En las reuniones de la milanesa en Olivos, Milei prometía poner sobre la mesa carne envuelta en finas astillas de pan (como decía el gran Diego Capusotto en su sketch del restaurante “Uy! Nos rompieron el orto») y objetos pecuniarios. Por supuesto que gratis no cambiaron su voto casi todos los miembros del bloque, con algunas excepciones.
Está claro es que los jubilados y las jubilados podrían decir con veracidad: Uy, nos rompieron el orto.
Lo prometido por el presidente no apareció. Macri se encargó de mandar a sus mensajeros mediáticos y políticos, o políticos mediáticos a mostrar que no recibió lo acordado.
Llega un nuevo capítulo, ahora es el financiamiento de las universidades, y otra vez sale la ley con amplias mayorías en las dos cámaras.
Se produce la segunda gran marcha después de aquella de abril y a pesar de esto y que se trata de una causa que cruza transversalmente a la sociedad, Milei arremete con otro veto. No es que las marchas lo amedrentan, al contrario. lo subsumen en su faceta rabiosa y redobla la apuesta sin medir consecuencias.
Pero claro, como dijo Pichetto cuando se trató el veto al aumento jubilatorio, se pueden tomar las medidas que quieran, lo que no se pueden son manejar las consecuencias. Y trajo una frase de Miguel de Unamuno: “Vencereis pero no convenceréis”.
Milei solo convence, y hasta ahí, a los convencidos. Son pocos y los vimos en Parque Lezama.
La disyuntiva en la que entra el PRO es si seguir al muerto hasta la puerta del cementerio, o enterrarse con él.
Si queda pegado y esto termina como todos los planes de gobiernos que solo saben de ajuste con una crisis terminal, será corresponsable y se lo llevarán puesto.
Ahora, si esto saliese bien, cosa que ya se ve que es casi imposible con solos diez meses y ya una economía que no encuentra piso y se hunde, La Libertad Avanza terminará absorbiendo lo poco que le queda al partido amarillo, otrora poderoso y que logró como nadie gobernar el país, la provincia de Buenos Aires y la CABA.
Se viene el rechazo al veto a la financiación de las universidades, Macri salió con un mensaje muy ambiguo y no explicita la posición, su tropa se dispersa y los gobernadores de su palo no saben cómo pararse. Quedan apenas horas para saber que pasará y las reuniones de la milanesa no le dejaron nada ni a Macri, que quiere espacios de poder. Se sabe que funcionarios del gobierno mantienen contacto con el ex presidente. Pero tampoco le sirve a Milei que juega al límite y con un fin de año que será complicado. La ambigüedad no es la mejor de las posiciones cuando se gobierna en minoría, en el Congreso y en las calles.
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