Las elecciones generales plantearon un nuevo escenario a nivel nacional respecto a las PASO.

Escribe: Agustín Ortiz

Las elecciones generales plantearon un nuevo escenario a nivel nacional respecto a las PASO. Gran responsable de esta reconfiguración del panorama electoral ha sido la reelección de Axel Kicillof con casi el 45% de los votos. El triunfo del gobernador junto al de varios intendentes significaron el principal afluente de votos para la lista presidencial de Sergio Massa.

Hace unos días Jaime Durán Barba expresó que «si la gente estuviera tan mal, no votaría a Massa». Es una hipótesis probable, pero al ex asesor de Mauricio Macri se le olvida que la gestión macrista fue devastadora para este territorio. Eso también sienta un precedente.

Tan solo una elección atrás, el Diario La Nación publicaba un artículo sobre la importancia del conurbano en la elección bonaerense. Desde pasquín de Mitre, el periodista Pablo Sirvén hablaba de forma despectiva de un <> donde se dirimía la <>.

«Viendo el mapa de resultados, en el conurbano los intendentes de Unión por la Patria tuvieron un muy buen desempeño, con diferencias en promedio de 20 – 30 puntos respecto a segundas fuerzas (JxC o LLA)», comenta Bárbara Couto, decana de ICO UNGS al Observatorio del Conurbano. No solo han sido reelectos varios intendentes peronistas sino que también han logrado revertir la elección e imponerse, ampliando la gama de territorios con predominio de UxP.

Es preciso poner el foco en sitios donde el peronismo es un partido hegemónico, ya que el caudal de votos representado en esos distritos ha sido crucial. En La Matanza, Fernando Espinoza reeligió con el 53% de los votos, representando un 10% del total de votos del peronismo en la provincia. A su vez, Jorge Ferraresi obtuvo el 56% en Avellaneda, Mario Ishii el 52% en José C. Paz y casos como Mario Secco que reeligió con el 63% en Ensenada. Tanto en José C. Paz como en Merlo el crecimiento fue de 16% respecto a agosto.

Quilmes.

Por su parte, Lucas Ghi también reeligió en Morón, dando vuelta una elección que lo ubicaba 10 puntos por debajo en las PASO. De esta manera, logró invertir el porcentaje e imponerse a JxC.

Un caso especial es el de Lomas de Zamora. Mientras los medios de comunicación hegemónicos difundían el escándalo de Martín Insaurralde, Federico Otermín superaba el 51% a nivel municipal. Un fenómeno que se explica por el apoyo a la gestión que ya lleva varios años a nivel local.

En síntesis, el conurbano bonaerense aportó 1,4 millones de los 9,1 millones de votos de UxP. Un fenómeno que puede explicarse por varias cuestiones. En primer lugar, como señal de esperanza. Pese a los desajustes económicos, al 150% de inflación y al dólar blue a $1000, Sergio Massa o el peronismo, genera en el conurbano más garantías que un candidato violento y delirante.

En segundo lugar por peso propio. La maquinaria de ganar elecciones por parte de los intendentes peronistas se debe al alto nivel de aprobación que tienen sus gestiones, generando un pilar fundamental del voto para UxP.


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