18 septiembre, 2024

Un viaje fascinante a través de la historia, la mitología y la búsqueda de identidad, todo narrado a través de los ojos de una niña, Arro, atrapada en una lucha constante entre dos visiones religiosas irreconciliables.

Escribe: Juan Pablo Godoy Jimenez

En las páginas de “El Fuego que Purifica”, Dolores Alcatena nos sumerge en un mundo donde la luz y la sombra se entrelazan, y donde la fe y la duda se enfrentan en una danza siniestra. Publicada en marzo de 2022, esta novela gráfica es un viaje fascinante a través de la historia, la mitología y la búsqueda de identidad, todo narrado a través de los ojos de una niña, Arro, atrapada en una lucha constante entre dos visiones religiosas irreconciliables.

La historia de Arro, una niña de apenas seis años, es el corazón de esta obra. En un escenario que recuerda a una Edad Media distópica, la autora nos presenta un mundo donde las sombras no son solo la ausencia de luz, sino entidades vivas que acechan y se alimentan del miedo. La caza de brujas y la crucifixión, presentadas con un realismo que hiere, no son meros eventos históricos en la trama, sino símbolos profundos de las luchas que han definido y deformado a la humanidad.

Una narrativa que desafía al lector

La novela gráfica comienza con escenas tan viscerales que resultan difíciles de digerir. El pavor en los ojos de las víctimas, la desesperación de Arro mientras corre en busca de una seguridad que jamás llega, nos confrontan con una realidad que, aunque ficticia, resuena con la brutalidad de la historia real. El viaje de Arro no es solo físico; es un viaje al fondo de su propia alma, una búsqueda desesperada de significado en un mundo que parece haberlo perdido.

Mas adelante, otra figura aparece en la historia, la inclusión de Taleryn, el Rabadán ciego, no es accidental. Su ceguera es un recordatorio constante de la incapacidad humana para ver la verdad más allá de los dogmas y prejuicios que nos atan. La confusión de Taleryn al pensar que Arro es un niño añade una capa adicional de complejidad a la narrativa, destacando cómo las identidades se distorsionan y transforman bajo el peso de las expectativas sociales y religiosas.

El poder del arte en blanco y negro

El arte acromático de Alcatena no solo es visualmente impactante, sino que es fundamental para la experiencia emocional del lector. Cada sombra, cada trazo de luz en la obra, está cargado de significado. Las caras de los personajes, dibujadas con una meticulosidad casi dolorosa, son espejos de sus almas. Alcatena logra transmitir, sin palabras, el sufrimiento, la desesperación y, en última instancia, la resiliencia de sus personajes.

La recurrente imagen del fuego, tanto en la crucifixión como en la caza de brujas, no es solo un elemento narrativo, sino una metáfora viva. El fuego purifica, pero también destruye. Es el símbolo de la dualidad de la existencia humana, donde la misma fuerza que da vida puede en un instante arrebatarla. Alcatena juega con esta dualidad a lo largo de toda la obra, forzándonos a confrontar nuestras propias nociones de justicia, redención y verdad.

Las imágenes recurrentes y constantes de la crucifixión y la caza de brujas no solo sirven como telón de fondo histórico, sino que también refuerzan los temas centrales de persecución y redención. Arro es testigo de la brutalidad infligida en nombre de la fe, planteando la persistente pregunta: ¿qué purifica realmente? Estas escenas, cargadas de terror y violencia, reflejan la lucha interna de Arro y la batalla eterna de la humanidad contra la opresión y la injusticia.

FUENTE: @dolores.alcatena

El Fuego: Una Metáfora de Poder y Persecución

El fuego, desde tiempos ancestrales, ha sido un elemento cargado de simbolismo. Representa la luz, el calor y la energía vital, pero también ha sido utilizado como instrumento de persecución y destrucción. La historia de las brujas, a menudo quemadas en la hoguera, ofrece una metáfora poderosa que se entrelaza con la lucha feminista y la búsqueda de libertad. En la obra de Alcatena, el fuego es dual: puede dar vida o destruirla, purificar o condenar.

Las primeras viñetas de la novela nos transportan a las imágenes de la crucifixión y la caza de brujas llevada a cabo por la Inquisición. Vemos expresiones de terror y miedo mientras Arro presencia cómo su madre es quemada viva. Este trágico evento no solo marca el inicio de su aventura, sino que también simboliza la persecución de las mujeres a lo largo de la historia. Arro, al perder a su madre y a su hermano bebé en la hoguera, se convierte en un símbolo de resistencia contra la injusticia y la dominación de género. Alcatena nos recuerda que el mundo es injusto y que debemos luchar contra la opresión, convirtiendo a Arro en una heroína que desafía las normas establecidas.

En “El Fuego que Purifica”, Dolores Alcatena nos invita a explorar los rincones más oscuros de la existencia humana. Es una narrativa que es, a la vez, una poderosa reflexión sobre la condición humana y un llamado a la resistencia frente a la opresión. La historia de Arro es la historia de todos aquellos que han sido perseguidos por su fe, su género o su identidad. Es un recordatorio de que, aunque el fuego pueda consumir, también puede iluminar el camino hacia una verdad más profunda y liberadora.


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