POR QUÉ QUEREMOS QUE LE VAYA BIEN A COLAPINTO

Publicado originalmente el sábado 2 dea gosto del 20025 en su perfil de Twitter/X @GustArballo

Reproducida con el permiso del autor

Pongo en orden de aparición, aunque el orden de intensidad puede ser ascendente, SIETE RAZONES POR LAS CUALES QUEREMOS QUE LE VAYA BIEN A FRANCO COLAPINTO.

1. Por él. Es un buen chico, tiene una seguridad temeraria en lo que hace, tiene un carisma extraterrestre, es sensible y resiliente a la vez, es savant y un poco nerd del deporte que ejecuta, un montón de números del bingo de las emociones humanas positivas.

2. Por empatía: COL no es un equipo que distribuye presión en muchos hombros, es un hombre pequeño, solo ante el peligro, el público veleta, la prensa, Briatore, que avanza en el auto más lento de todos, contra 20 killers y circuitos enrulados y hasta nocturnos, y la incertidumbre de los elementos y la fragilidad de las cajas de cambio Renault, representación gráfica de la fragilidad de nuestra existencia misma.

3. Por narrativa, porque nos gustan los cuentos de hadas. Es un poco Rocky, underdog, camino del héroe, hervir arroz en pavas eléctricas para comer, la clase obrera va al paraíso.

4. Por nacionalismo: esa forma sofisticada y magnética del orgullo catastral, la idea de que en la patria subyace “un destino peraltado” (Ortega y Gasset), “el mejor pais del mundo, lejos, lejos, lejos” (Bilardo).

5. Porque queremos que les vaya mal a los haters que le bajan el precio, superados, refutadores de leyendas (Dolina). Nos gustan las leyendas y apostar a la ridícula posibilidad de que eso suceda ante nuestros ojos, y queremos que queden mal quienes decían que era imposible.

6. Porque reactiva células dormidas de una rama pilar del deporte en la que ahí si fuimos POTENCIA MUNDIAL con heroes mitológicos, una categoría (TC) que es histórica a nivel mundial. Y simplemente no podemos no estar ahí -y nos habiamos acostumbrado a no estar-.

7. Porque apostamos por él un poco a ciegas, lo seguiremos haciendo incluso cuando se vea borroso, y por ende QUEREMOS TENER RAZON. No hay nada más importante que TENER RAZON.