JORGE RIVAS: CÓMO ENFRENTAR A LA ULTRADERECHA
La ultraderecha sube al ring a la cultura de izquierda, y esta responde. Entrevista a Jorge Rivas, referente de Unidad Socialista.
Escribe: Redacción Hamartia
A cuarenta años de su recuperación, nuestra democracia vive otra vez acechada por fuerzas económicas que buscan restringirla para que el retroceso de nuestros derechos dé via libre a un capitalismo sin miramientos, olvidado de cualquier rasgo de humanismo. El socialismo, de larga y fructífera tradición política en nuestro país, hoy ofrece una nueva propuesta encarnada en Unidad Socialista, un flamante partido político que agrupa federalmente aquellas expresiones que comparten las mismas convicciones de igualdad, libertad y fraternidad. Buscando respuestas sobre el momento histórico que transitamos, y cómo se enfrenta a la ultraderecha, desde Revista Hamartia charlamos con Jorge Rivas, uno de los más reconocidos referentes del socialismo en nuestro país.
La ultraderecha insiste en subir al ring a la cultura de izquierda. ¿Te parece una oportunidad o una trampa? ¿Por qué?
Jorge Rivas (JR): Milei recurre a un relato mentiroso, cargado de falsedades donde pone a las izquierdas en general, y al socialismo en particular, en un lugar que no resiste el menor análisis, ya que nos trata de empobrecedores seriales, sin aportar ningún dato objetivo que justifique semejante acusación. Sin reparar en que todo avance social de la humanidad durante el siglo XX, grande o pequeño, se debió a luchas libradas por socialistas. Pero más allá de las chicanas infundadas, no podemos hacernos los distraídos. Debemos reconocer que las derechas nos vienen ganando la batalla de ideas, imponiendo el individualismo como la única salida posible de la crisis social, despreciando cualquier salida colectiva. Me parece que ese debe ser el marco del inicio de un debate serio con las derechas, más que una oportunidad, es una obligación para las izquierdas.
Milei ataca directamente el concepto de justicia social. Más allá de los intentos de esmerilar conceptos como estos, ¿qué significa hoy la justicia social?
JR: Vivimos un momento de permanente mutación de la realidad, en el que el concepto de justicia social también va mutando, surgen velozmente nuevas categorías sociales, y el constante avance científico y tecnológico altera las formas de producción y comunicación, lo que naturalmente tiene su impacto en la economía y las relaciones sociales. Sin lugar a dudas, el mundo cambió, el capitalismo cambió, y el socialismo también debe cambiar, manteniendo inalterables sus principios, pero con una actitud desdogmatizada y muy permeable ante lo nuevo. A la nueva ultraderecha se la supera con audacia, innovación, valentía y con un programa radicalizado por la justicia social, aferrarse a la nostalgia no es la receta para el momento. Debemos dejar de mirar el futuro con la nuca, tenemos la obligación de ser creativos para construir una sociedad con más inclusión, más dignidad y mejor distribución de la riqueza.
En estos tiempos pareciera que el capitalismo puede soñar y proponer y nosotros no. ¿Es la derecha hoy más atractiva para la juventud? ¿Por qué?
JR: Es un tiempo muy difícil donde se confunde libertad para emprender, con la configuración de un nuevo sentido común de época que identifica la libertad con la arbitrariedad y la prepotencia. Ser libre se convierte en la posibilidad del ejercicio de un poder personal ilimitado, donde las otras personas o las instituciones republicanas se vuelven un mero obstáculo. La novedad de esta distopía libertaria que vivimos es que estableció una lógica sacrificial entre los principios de la libertad y de la igualdad. Es decir, en vez de considerar que se trataba de dos principios en tensión cuyo difícil equilibrio debería expresar la vida democrática de los pueblos, se determinó una dicotomía irreconciliable entre ambos que obligó a sacrificar la igualdad en nombre de la libertad. O dicho de otra manera, el principio de la igualdad pasó a ser considerado una especie de amenaza para el ejercicio de la libertad individual. Es ostensible como algunos referentes mundiales libertarios de peso como Elon Musk y Peter Thiel, dos
magnates ligados al desarrollo tecnológico, se han animado a decir sin eufemismos que si la democracia se convierte en un obstáculo para el desarrollo de la libertad, sin dudarlo se debe prescindir de la democracia. Nosotros estamos en las antípodas de estas ideas. Los socialistas no optamos entre igualdad y libertad, sino que convivimos con los dos principios democráticamente, y le sumamos el principio de fraternidad, tan necesaria para una convivencia civilizada.
¿Por qué la izquierda parece fallar en la comunicación de sus propuestas?
JR: Esta respuesta va a ser muy breve, sencillamente porque no soy un experto en el tema. Coincido con lo que sugiere la pregunta, que fallamos al momento de comunicar nuestras propuestas, sospecho que las causas son múltiples. Es muy evidente como la derecha también nos lleva la delantera, particularmente en las nuevas redes sociales. Las izquierdas solemos tener cierto prejuicio y rechazo sobre las nuevas tecnologías para la comunicación, pero no podemos quedarnos en la crítica a las ultraderechas por cómo las utilizan para comunicarse, sino que ese dato nos interpela para que aprendamos a usarlas, y ponerlas al servicio de una democracia republicana.
En tiempos donde se pone en duda las funciones y la legitimidad de los partidos políticos para qué y por qué UNIDAD SOCIALISTA.
JR: Es cierto que vivimos un tiempo muy complejo, en el que absolutamente todo es puesto en duda, incluso la legitimidad de los partidos políticos, pero me parece importante recordar que nuestro sistema democrático y republicano de gobierno se asienta constitucionalmente en la existencia de partidos políticos, es decir que sin partidos, de acuerdo a la legislación vigente, es imposible vivir en democracia. Lo que a mi juicio debe ser fuertemente cuestionado es el funcionamiento de la mayoría de las organizaciones partidarias populares, que se han convertido solamente en maquinarias electorales sin ningún contenido, completamente desvinculados de las necesidades sociales, alimentando de este modo la insatisfacción democrática. La Unidad Socialista por el contrario, es un partido abierto a la participación popular, de izquierda democrática, con un programa de gobierno radicalizado, imprescindible para que empuje un programa de ruptura con el neoliberalismo, para salir del lugar defensivo donde pretende arrinconarnos la ultraderecha. Y estamos convencidos que ese programa debe ser sostenido por un sujeto social emancipador, en la inteligencia que es imprescindible construir una sociedad más igualitaria.
Esta nota forma parte de la edición digital de revista hamartia Año 15 / Enero 2025
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