ES LA POLÍTICA, ESTÚPIDE

¿Cómo se explica que la imagen de Milei se mantenga en niveles tan elevados? ¿qué pasa con la oposición política?

Escribe: Julián Andreu

Foto portada: Matías Rosingana

Hay un detalle no menor y que llama poderosamente la atención de personas politizadas y no politizadas: la poco caída de la imagen de Milei en estos nueve meses de gobierno, donde aplicó un ajuste demencial sobre todo en sectores postergados como blanco predilecto. La valoración de su imagen parece no variar.

Se ve claramente que el apriete sobre los bolsillos se da de manera sustancial en el sector pasivo, entre otros. El veto sobre la nueva ley que calcula de manera diferente el ajuste muestra que es sobre la caja previsional. En los argumentos que expresa el mismo Milei queda más que claro que no puede haber aumento a los jubilados y jubiladas porque peligra el equilibrio fiscal. A confesión de parte…

A pesar del desastre económico, y hay varias notas en esta revista que muestran el deterioro de todos los sectores económicos y sociales del último año en Argentina, me surge una duda: ¿Cómo se explica que siga teniendo Milei un apoyo del 50% en las encuestas? Sabemos que estos trabajos son muy manipulados y manipulables, pero me remito a las casi nulas protestas contra esas políticas de ajuste. Eso sí se nota, y le podría dar veracidad a esos índices porcentuales de apoyo. Tratemos de encontrar algunas respuestas.

Alguna podría ser que el tiempo transcurrido es poco, solo 9 meses de gobierno, y de esos millones de votantes habrá muchos que todavía guardan la esperanza que esto va a cambiar, un verso muy viejo. Se pueden ver sketch de Tato Bores ya riéndose del “pasémosla mal ahora, para estar mejor en el futuro”, que nunca llega.

Los habrá también de los que la pasaban muy mal con el gobierno anterior y abrazando la esperanza del cambio, votaron lo “nuevo”. Hoy no cabe duda que la estarán pasando mucho peor, los números lo dicen. El año 2023 económicamente fue malo para la mayoría de los trabajadores y trabajadoras, muchos eran pobres con trabajo formal. Hoy esos mismos transcurren un presente mucho peor. El cambio por supuesto que llegó, para dejarlos en la puerta, y a algunos dentro, del mismo infierno; quizá habrá arrepentidos, lo digan o no.

También existe el universo antiperonista que vota y votará todo lo que se enfrente al peronismo. El casi 25% de Patricia Bullrich (JxC) en las generales se trasladó sin ninguna fuga hacia La Libertad Avanza, en el balotaje, a pesar del acuerdo de Acassuso de Macri – Milei, del cual no había necesidad. El gorilaje fue muy pragmático para virar, siempre lo es, el 19 de noviembre no fue la excepción.

Sigue habiendo una falencia que sostiene los supuestos números de apoyo a la gestión libertaria, la casi ausencia de un polo opositor claro, con conducción y desarrollando ese músculo político necesario para fortalecer las estructuras, las que en un año deberán confrontar en elecciones de medio término.

El peronismo corre con una ventaja, renueva en la elección de 2025 la peor elección legislativa desde 1983 para acá, la de 2021 donde apenas superó los 30 puntos porcentuales, sobre todo centrados en la provincia de Buenos Aires.

Pero claro hoy la no conducción, las peleas intestinas por disciplinas que no son la política sino médicas, y “dirigentes” que siguen apostando a sentarse nuevamente en las sillas calientes del poder sin construir nada a la espera para nuevamente lograr abultados salarios, coacciona contra ese armado.

Algunos sectores del peronismo siguen jugando a las escondidas. A veces cuenta y a veces se esconde para que no lo vean, estrategia que no parecería servir. Es importante cuando impone agenda en el Congreso, por ahora poco. Los gobernadores jugando su juego, pobre y de corto plazo. La CGT buscando conducción, entre la dureza de Pablo Moyano por un lado, y el grupo acomodaticio que ya dijo que no participará de la movilización de esta semana contra el veto.

En general no miran la necesidad de una mayoría que hoy pelea poco en la calle y mucho en su vida diaria para subsistir. Por ahora esa mayoría pierde por goleada.