Una entrevista con Estudio Mafia, editorial independiente de historietas.

Escribe: Juan Pablo Godoy Jimenez

¿Cómo nace Estudio Mafia?

Estudio Mafia nace en una actividad llamada Venga a dibujar, en la cual se armaba una jam de dibujo de historieta que con el tiempo se consolido en un grupo de autores que se autopublicaban y en el correr de los años devino en editorial y taller gráfico.

¿Cuál es el enfoque editorial de Estudio Mafia?

Publicar historietas originales, de autores nuevos y latinoamericanos. Buscamos desde la edición artesanal brindar la posibilidad de jugar con la materialidad del libro como objeto artístico potenciando así su contenido. Muchas veces conocemos artistas que no podemos creer que no hayan sido publicados aún y otras veces tenemos la oportunidad de trabajar con autores de renombre que encuentran en nuestra forma de trabajar la oportunidad de experimentar algo distinto, desde la impresión en Risografía a la diversidad de formatos.

¿Qué géneros o temáticas prefieren publicar?

Somos bastante amplios en este aspecto, nuestros gustos son diversos y a veces nos cuesta definir una línea, por lo cual encontrarán variedad de géneros en nuestro catálogo, pero tenemos preferencia por los mundos fantásticos, el surrealismo y la autoficción. En cuanto a las temáticas no tenemos preferencia siempre y cuando tengan en cuenta un enfoque social y de género.

¿Cómo seleccionan lo que publican?

Lo que evaluamos a la hora de seleccionar el material es el impacto visual que tenga el tratamiento de imagen y la singularidad de la voz del guión, nos interesa que las historias reflejen sinceramente las inquietudes del autor. No condiciona que sea una historia ya contada, si no más bien buscamos la originalidad en la forma de narrarla, y eso a nuestro entender proviene del mundo personal de los autores y su modestia para volcarla al papel.

¿Qué opinan sobre la relación entre la historieta y la cultura argentina?

Argentina fue pionera en desarrollar una industria gráfica en la región, la historia de la historieta y la historieta Argentina son casi simultáneas, y tuvo su edad de oro en la cual formó parte de la vida cotidiana del ciudadano promedio, por lo cual sus raíces son muy profundas y aunque hoy día no hablemos de un lenguaje masivo, la historieta sigue viva en el imaginario colectivo.

¿Cuál es su proceso de edición y producción?

El proceso que preferimos es el de acompañar de cero a la autora o autores en el concepto principal del relato, trabajar sobre las propuestas que se acercan y apoyar cuando lo necesiten. Según el tipo de historia seleccionamos los colores de una paleta limitada que brinda el sistema de impresión de la fotoduplicación riso, el papel y el tipo de encuadernación también dependen de la historia o colección. Finalmente imprimimos y encuadernamos en nuestro propio taller.

¿Han notado alguna tendencia o cambio en la industria de la historieta en los últimos años?

Lo que notamos es algo que tiene que ver con lo dijimos más arriba, la cultura argentina tiene incorporado en su imaginario el lenguaje de la historieta, no hay que enseñarle a leer novela gráfica sino más bien acercársela y darle la oportunidad de leerla. Por lo cual pudimos notar como crecen rápidamente los lectores en un contexto de estabilidad económica y como bajan rápidamente en épocas de recesión. Desde el carácter formal de la historieta lo que notamos es que la tendencia es hacia historias menos extensas que las propuestas generadas con el boom del formato novela gráfica donde un libro como mínimo tiene que tener 120 páginas. Y esto pienso yo, se debe a una sobre exigencia que tienen los autores integrales en la cual deben trabajar más de un año para terminar un libro en un contexto no redituable. Hoy día hay autores geniales que no pueden afrontar ese desafío porque básicamente tienen que vivir, y la industria nacional se encuentra con que hay poca obra en ese formato para editar. Veo también que crece la oferta de historieta para público infantil y que los proyectos de autoedición cada vez son más profesionales.

¿Cómo ven su rol editorial en relación a la promoción de la cultura de la historieta en Argentina?

Como equipo creativo no solo trabajamos en un catálogo editorial, sino que también desarrollamos proyectos comunitarios como muestras, talleres y ferias independientes. Nuestro primer acercamiento al mundo editorial fue en la FLIA (feria del libro independiente y alternativa) por lo cual seguimos esa línea, la de la autogestión, y es lo que intentamos inspirar, a que tanto lectores como autores apuesten a generar espacios y contenidos singulares que reflejen su propia realidad.

¿Qué papel juegan las redes sociales en su estrategia de promoción?

Las redes sociales aportan herramientas para generar comunidad, compartir contenidos y anunciar eventos, facilita la venta a distancia y funciona como portafolio o bitácora de recorrido de nuestra historia. Pero sin una instancia de encuentro real como ferias, talleres o eventos x, no tendría razón de ser, es en el hecho presencial en el cual sucede la magia, el verdadero encuentro, la comunicación.

¿Qué proyectos o novedades tienen en desarrollo?

Como objetivo principal para este año es saldar una cuenta pendiente con nosotros mismos y editar títulos de nuestra autoría, recuperar nuestro lugar de autoeditores, por ello publicamos El camino del rayo de Martín Lietti (socio fundador de Mafia) y Matias Ahumada, y se viene Basura pendiente de Fede Di Pila y La vuelta de Saturno de Magenta Magnelli. También estamos trabajando en varios títulos nuevos, uno de ellos de una autora chilena, y la reedición de títulos que se encuentran agotados para esta fecha. Un proyecto que nos tiene muy entusiasmados es una gran muestra de historieta impresa en Risografía para el mes de Octubre (pero es todo lo que puedo revelar por ahora al respecto)

¿Cómo ven el futuro de la industria editorial independiente?

Muy complicado, no hay que ser un experto economista para ver que rumbo está tomando la Argentina. No obstante, hay una red de apoyo mutuo que puede ayudarnos. Nadie sabe del todo cuáles son las condiciones y las reglas a afrontar, por ahora lo positivo que veo es que el sector no bajó los brazos y sigue apostando y adaptándose.

¿Qué desafíos enfrentan como editorial independiente en el mercado actual?

Adaptarnos. Adaptarnos a una baja del consumo habitual y competir en condiciones desleales con una industria masiva del entretenimiento que viene por todo. Adaptarnos no significa parecernos a, si no más bien apostar a lo que somos y saber comunicarlo, generar redes de apoyo mutuo, apelar a nuestra historia que es una historia de historieta y supervivencia. Obvio que decirlo suena mucho más fácil de lo que realmente es.


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